Después de haber estudiado fotografía, Andrea Btoy sintió la necesidad de experimentar nuevas formas de expresión, superar los límites de su creatividad y llevar su obra a la calle. Sin embargo, a pesar de ser conocida, mayoritariamente, por su prolífera obra urbana en Barcelona, se prefiere definir como artista plástica, porque actualmente también investiga y realiza abundante trabajo de estudio. “…Antes pasaba más horas pintando en la calle pero desde que normalizaron la libertad de pintar ha cambiado nuestra forma de trabajar…” Aunque prefiere hablar de metodología, su técnica es un tratamiento de imagen que procede de la fotografía. Comenzó pintando con plantillas y spray, se servía de una imagen o una foto que tomaba, la trataba con photoshop y la imprimía, una vez allí, hacía su plantilla, pero la normativa le obligó a investigar y desarrollar otras técnicas para poder seguir utilizando la calle como soporte de su obra. A fuerza de experimento llegó la idea, más reciente, del poster, con papel ultrafino y colas muy resistentes. Concluye “…Lo que siempre me atrajo del graffitti es poder trabajar el espacio urbano como si fuera un lienzo, pero delimitado con el entorno, adaptarse a la textura y al tamaño de la pared, a los graffitti vecinos, a la arquitectura del espacio, etc. No es sólo pintar, también implica descubrir un lugar nuevo...” Primero las geishas, ahora las flappers o las divas de Hollywood de los años ´20 y ´30, en todo caso, las mujeres de Btoy (graffitti malo en argot graffitero, ironía porque ella se dedica a la plantilla o al stencil que es posterior al graffitti old school) no dejan de emocionar y embellecer estrepitosamente las calles que decoran.

¿Cuál el es objetivo de tu arte? Embellecer la ciudad y acercar el arte urbano, al público en general, más acostumbrado a ver arte en galerías, siguiendo los esquemas convencionales de exposición.

¿A nivel artístico identificas alguna tendencia que se pueda definir como local? Existe un artista que se llama Sixeart considero que tiene un rasgo local y además rupturista. Su forma de trabajar el color y la introducción de los caracteres lo transforma en algo muy de aquí.

¿Recuerdas alguna anécdota que vincules a tu profesión? Como mi padre era fotógrafo cogí mi primera réflex a los seis años, siempre recuerdo ese hecho como una señal y un antecedente relevante.

Tu trabajo es muy exterior, muy público pero en tu caso, por tu manera de trabajar hay una parte que es muy de estudio. La curiosidad me hizo probar y evolucionar y así logré experimentar con distintos soportes y lograr una fusión entre la foto, la pintura y el graffiti.

¿Si te digo Barcelona? De Barcelona me tendría que ir obligada.