Texto St Xavier Octavius Photo Kiril Chakhnazarov Video Jordi Álvarez |
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Hoy en día, hablar de la barba podría parecer una trivialidad, sin embargo, si pensamos en que su primera clasificación, tal cual la conocemos, data del 3000 a. C., deja de serlo. En el antiguo Egipto, incluso reinas, por status y símbolo de poder, llevaban barbas postizas. Como analistas de tendencias, como objeto de estudio, le otorgamos al cuerpo, una importancia relevante. Además de actuar como soporte, vehiculiza signos, discursos, modas y tendencias. El vello es tan antiguo como el hombre y, junto con la barba, a lo largo de la historia, ha adquirido distintos significados y funciones y encarnado distintos valores sabiduría, status social, virilidad, excentricidad. También existieron momentos de la historia (especialmente durante las primeras décadas del siglo XX), sociedades o religiones que prohibieron su uso. Del Antiguo Egipto al Renacimiento, del Cristianismo al Islam, de la mujer barbuda al Depilady. De los hippies de los 60’s, al hombre urbano hypermoderno. Así, intentamos establecer, cuales son los factores sociales, que en los últimos tiempos, han propiciado el retorno y la reintroducción de las largas barbas, hasta hace poco, muy poco vistas.
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