Claudia Costa
FUNDADORA DE LA PLATAFORMA
       Es la ideóloga y responsable de La Plataforma, un nuevo espacio interdisciplinar dedicado al arte y la gastronomía y base de control para realizar proyectos artísticos en España y el mundo que nació, hace poco más de un año, en Poblenou y donde además, se realiza, cada tres meses, el festival de arte pluridisciplinar The Corner (organizado con la productora The Lift y la pareja de creativos The Berve ).
Texto St Xavier Octavius
Photo Kiril Chakhnazarov
"Barcelona es muy mediterránea, agradable y pasible como el mismo mar"

La Plataforma Barcelona - obra de Max Gartner
"…Me enamoré de Barcelona por su proximidad al mar. Cuando vine por primera vez, siendo estudiante de arquitectura, me emocionó su patrimonio arquitectónico y la obra de Gaudí…"

       Claudia es venezolana aunque nació en Estados Unidos, hija de padre catalán, está enamorada de Barcelona, donde se instaló hace veinte años, cuando era estudiante de arquitectura y sucumbió ante los encantos del patrimonio arquitectónico de la ciudad. Después de estudiar pintura y fotografía en Barcelona, se instaló dos años en Londres para estudiar procedimientos contemporáneos en la imagen. Regresó a Barcelona y trabajó durante doce años en el campo de la producción audiovisual y la fotografía. Hace siete años, cansada del mundo de la producción y dueña de un carácter emprendedor e inquieto, comprendió que quería dedicarse al mundo de la fotografía, pero a nivel creativo y artístico y comenzó a estudiar la posibilidad de crear un espacio donde pudiera coordinar proyectos personales y ajenos. Dos años después nació su primer hijo, hecho que ejerció un cambio en su manera de ver las cosas y su trabajo. Después de madurar durante varios años la idea, hace un año y medio, inauguró La Plataforma desde donde promueve, apoya y amplifica el trabajo de jóvenes artistas, además de producir infinidad de eventos vinculados al arte y a otras de sus pasiones, la buena gastronomía.

¿Cómo defines La plataforma? Como un espacio pluridisciplinar. La fachada es una galería de arte y el interior es una productora y un estudio al que me gustaría que, más adelante, viniesen profesionales freelance y alquilaran el espacio para, desde aquí, gestionar proyectos. Trabajo en red con muchos colaboradores. La idea surgió cuando quedé embarazada y comprendí que quería vivir de mi trabajo creativo pero no quería que fuera a través de mis fotografías, sino a partir de gestionar un espacio donde pueda canalizar la parte artística que siempre tuve y me gusta tener. El espacio cuenta con un galpón que es el pulmón de La Plataforma y hace de cocina industrial y plató de fotografía. Ahora, rentabilizar el espacio es muy difícil por lo que desarrollamos distintos eventos vinculados al arte (muestras, proyecciones, talleres, workshops con artistas) y la gastronomía (catas de vino, brunches, eventos gastronómicos) para maximizar beneficios.

¿En qué consiste tu trabajo? Yo disfruto mucho gestionando el trabajo de otros creativos. Nosotros somos tres curadores y tratamos de seleccionar artistas que vayan con el estilo o las afinidades de La Plataforma. Poder gestionar este espacio, traer artistas para que expongan, montar la muestra juntos, me colma, porque este espacio, para mí, también es una obra de arte.

¿Crees que existe alguna vinculación entre Barcelona y La Plataforma? Me enamoré de Barcelona por su proximidad al mar. Cuando vine por primera vez, siendo estudiante de arquitectura, me emocionó su patrimonio arquitectónico y la obra de Gaudí. Después de vivir y trabajar un tiempo aquí estoy muy de acuerdo con la manera de trabajar de los catalanes, que suelen ser muy emprendedores, muy empresarios. Hay una parte de mí que se siente muy cómoda, el catalán suele ser profesional y buen trabajador, existe uno de corte más provinciano y otro de corte más internacional, el que está de acuerdo en que esto vaya a más y no a menos. Durante años estuve con el proyecto en la cabeza y, desde el principio, siempre pensé en Barcelona como la torre de control, es una ciudad tranquila que tiene mucha calidad de vida, me gusta para que viva mi hijo.


La Plataforma Barcelona - obra de Ricard Aymar

¿Crees que Barcelona rima con arte contemporáneo? Barcelona es considera capital del diseño, pero después de haber estado en ARCO y en SWAB Barcelona, creo que deberíamos ponernos las pilas. Amo Barcelona es muy bella y muy amable para el visitante, pero sigue teniendo un tinte provinciano, hay gente muy válida, pero hay que abrirse más, hay mucha disgregación y todo está muy atomizado. Poblenou me encanta, es una zona industrial pero, aún hay mucho por hacer, aunque también es verdad que hay mucha gente haciendo muchas cosas. Es muy importante establecer nuevos circuitos y generar nuevas sinergias.

Como especialista, ¿identificas algún rasgo característico del arte barcelonés o regional ? Hay dos artistas con los que trabajo mucho, uno es Ricard Aymar, a quien conocí hace 20 años, y otro es Bernardí Roig y a través del análisis de su trabajo podría establecer que los artistas barceloneses o catalanes suelen expresar cierta melancolía, simbólicamente hablando, trabajan fábulas, temas de ausencia pero, al mismo tiempo, suelen tener mucho humor.

¿Qué es The Corner Festival? Es un festival de arte pluridisciplinar trimestral. Ya hemos celebrado tres ediciones. The Nerve, un grupo de creativos, de Londres, me propusieron que mis artistas participaran en un proyecto que ellos tenían, cuando conocieron el espacio alucinaron y cuando les expliqué el proyecto de la gastronomía, de las Gin Tonic nights, de las noches de cine, también. Les gustó tanto el espacio que me propusieron hacer algo juntos y así nació The Corner Festival. Nos gustaría que el público conociera a los artistas de Poblenou, porque hay muchos y son maravillosos. Queremos, realmente, que el Poblenou sea un área para el arte y artistas emergentes, poder aglutinar a artistas y dinamizar la zona. Nos gustaría que la gente deje de pensar que venir a Poblenou es venir a un desierto porque existen muchas alternativas interesantísimas y muchos circuitos para realizar. Es curioso que nos publican en otros países pero no en Barcelona. Me han acusado de haber hecho un espacio para extranjeros, pero no es cierto. Es un espacio donde quiero mostrar todo el arte que hay en el mundo y que en Barcelona no se conoce. Ahora gracias aInternet, aunque no estemos en el mismo lugar, podemos colaborar con mucha gente. Es un gran desafío porque en este sector es muy difícil que entre gente nueva y yo quiero mostrar artistas emergentes, con trayectoria personal y profesional por delante.