Soren Manzoni
SOCIO FUNDADOR DE NASTY MONDAYS
       Es nuestro todo en uno. Embajador del surf en Cataluña, skater, productor de Nasty Mondays, Dj y amante de los tatuajes y las mujeres bellas. Quisimos conversar con él porque creemos que su perfil, define a un tipo de hombre barcelonés que representa y proyecta la gran mutación que vivió Barcelona en los ’90.
Texto St Xavier Octavius
Photo Kiril Chakhnazarov
"Barcelona es la ciudad donde me ocurrió todo y en la que quiero morir"

Plaza del Mar - Barceloneta
"…En un momento de su historia, con las Olimpiadas, Barcelona  pasaba de ser gris a colorines…"

       De padres italianos nacido en Barcelona, sobrino de un danés que sugirió llamarlo Soren, se define como un producto 100% barcelonés y defiende a Barcelona a capa y espada. Entraba en la adolescencia a la par que Barcelona vivía su gran transformación y apertura, con los Juegos Olímpicos de 1992. “…En un momento de su historia, con las Olimpiadas, Barcelona pasaba de ser gris a colorines, yo integraba uno de los movimientos que comenzaba a patinar tímidamente por sus calles y paralelamente formaba parte de la que sería la primera comunidad de surfers del mediterráneo, también éramos los primeros que comenzábamos a tatuarnos…” El cambio que experimentó Barcelona al abrirse al mundo y al Mediterráneo tuvo inevitables consecuencias y provocó varios cambios sociales e inexorablemente influyó en el estilo de vida de varias generaciones y de muchos de aquello que visitaban la ciudad. Soren, además de ser testigo, supo ser un hombre de su tiempo, aplicando transformaciones a su estilo de vida, en las que se reflejaban los cambios de una ciudad y de toda una generación. Una nueva era nacía, un punto de inflexión, un antes y un después, como es usual, los más jóvenes siempre son más permeables a incorporar naturalmente estas mutaciones y disfrutar del juego que se plantea. Cambios de fuera hacia dentro y de dentro hacia fuera. Así, nuestro entrevistado encabezó el movimiento skater de Barcelona, fundó Free, la primera tienda especializada de skate, en la calle Ramalleres del Raval,  el surfer del Mediterráneo y fue, hace más de 20 años, uno de los primeros barceloneses en comenzar a coleccionar, lucir y decorar abiertamente su cuerpo con tatuajes. Estamos de acuerdo con él en que es, un producto 100% barcelonés, representa a toda una generación y a un estilo de vida muy barcelonesa que bascula continuamente entre una vida muy urbana y otra muy beneficio de vivir próximos .

Si hablamos de Barcelona y skate. Somos sin duda la capital mundial del skate, y no lo digo yo, lo dicen los profesionales, al igual que los tattoos y el surf, es otra de las disciplinas que definen la cultura y el estilo de vida de mucha gente de esta ciudad.  El skate  presenta muchas variantes, en mi caso, me focalizo en bowls y en pools que es el tipo de skate, que por sus movimientos, más se vincula al surfing.  Barcelona es mucho más permisiva con la práctica, en general, y con el street style en particular. El mobiliario urbano, el suelo, la arquitectura, las condiciones climatológicas, todo colabora para que Barcelona sea el paraíso del skate. En América, por ejemplo, no puedes ir haciendo skateabording y bebiendo una cerveza. Mediados de los ‘90 fue cuando explotó definitivamente el skateboarding en Barcelona. En aquella época, las marcas relevantes hacían su comunicación a través de videos, varios de ellos han sido muy importantes, han sido realizados en Barcelona y han tenido gran repercusión. En algunos aparecían profesionales del skate, como, por ejemplo, Arto Saari, en Drassanes, MACBA o Paralelo cono lo que, poco a poco, Barcelona se estableció como el mejor lugar para la práctica del skate. Siempre que han venido los pros a patinar a Barcelona, han flipado con su calles, recuerdo cuando, en los ‘80, Christian Hosoi y Gator, pararon en Sants e hicieron una exhibición para Sant Jordi, interrumpieron el tour para coger un tren e ir a un concierto de Prince. En ese momento, en street style, Barcelona ya estaba bien posicionada internacionalmente y nuestro primer pro, Enrique Lorenzo “Butano” era nuestro embajador,  cruzó fronteras y supo vender la marca Barcelona en América, en rampa, bowl y skateparks, aunque en ese sentido, es el País Vasco que ha marcado más tendencia.  Pero bueno, ya te digo, ahora el skate lo practica todo el mundo, antes era mucho más gore y existían sólo dos grandes núcleos Sants con street style y Turó Parc (donde yo estaba) más punk, más rocker  con mini rampa. En los últimos años, ha entrado mucha mujer con longboard, porque es más fácil, más estable, pero para nosotros nuestro lema es “no pain no glory”.

Si hablamos de Barcelona y surf. No se habla mucho del surf en Catalunya, sin embargo, yo he sido parte de los que comenzamos con la escena, al principio éramos 4 o 5 los que nos reuníamos en la Barceloneta. En el País Vasco, en el norte, el surf tiene mucha más historia pero allí también es verdad que el mar es muy diferente. El surf en Catalunya es bastante reciente, data de principios de los 90. El antecedente histórico lo marcó un grupo de obreros australianos que estaban trabajando en la construcción de la Villa Olímpica y durante la hora de descanso se relajaban practicando surf y turnándose para utilizar todos una misma tabla. Costó luchar contra el mito de que en Catalunya no hay olas porque el Mediterráneo es un mar calmo pero esto es ficticio. Hay olas secretas y ahora surfear en él es lo más hypster, no es un océano, es un mar pero tenemos olas y da un toque especial porque lo tenemos bastante más difícil, tiene un encanto añadido ir a buscar las olas.  No es lo mismo surfear en lugares dónde siempre hay olas y marea y siempre puedes surfear a tener que esperar o buscar la ola, aquí es más estacional. Ahora hay una cantera increíble de surfistas que están saliendo de aquí, de una playa sin olas y surfean que te cagas, las nuevas generaciones a los que le hemos abierto el camino ahora están surfeando increíblemente. Nosotros no tenemos marea constante, a veces no hay olas y no podemos ir cada día a surfear, usualmente debemos esperar a que haga malo. En general, las condiciones climáticas de octubre a mayo, colaboran para que se pueda surfear más. Cabe recordar que hasta antes de Juegos Olímpicos del 92, Barcelona vivía de espaldas al mar, había ignorancia, ahora tenemos más cultura. Igual que en skate cada vez hay más chicas y con mejor nivel y ya no se ríen de nosotros, antes cuando nos veían surfear nos gritaban : “Esto no es California, vigilante de la playa”. Ahora nadie dice nada, está completamente normalizado, institucionalizado, ya nadie te dice nada.

Si hablamos de Barcelona y tattoo. El tattoo en España es de mucho nivel y suele ser más barato que en cualquier otra parte de Europa, hay mucho más mensajes tattoo en la calle y muchos más estudios y tattoo shops. Creo que Barcelona ha sabido marcar tendencia, han existido y existen varios estudios de referencia. El clima, el mar, la temperatura colabora, la gente muestra más su cuerpo, lleva menos ropa. Muchos de los turistas que vienen, quieren comerse una paella, pegarse una fiesta y llevarse un tattoo made in Barcelona, como un souvenir… Las suecas, por ejemplo, que muchas vienen a nuestra fiesta, suelen acabar con un tattoo, es como la marca del deseo, de hecho mucha gente se tatuó nuestro logo, es parte de la experiencia. Creo que al mismo tiempo, convergen todos los elementos para que, en este momento, sea una herramienta de la moda, de las tendencias, del marketing de identidad, engloba mucho, depende también el estilo que te tatúes. Cada uno tiene su perspectiva y su estilo, cada uno le da su visión, así el tattoo es un discurso quehabla por tí. En mi caso el tattoo lo conforman los elementos que realmente forman parte de mí, tampoco le doy mucho sentido, es más la estética y aunque no quieras, siempre hay una pequeña historia detrás del tattoo de todos modos yo priorizo la estética al mensaje. Existen comunidades de tatuados que buscan un artista determinado y viajan para conseguirlo. En Barcelona suelen ser muy buenos los que se dedican al old school y tattoo marinero tradicional también a la movida japonesa.



Si vinculamos el skate al surf. El skate es más sufrido, más complicado y más caro que el surf. En el skate existe una barrera que es el vales o no vales, en el surf la barrera es más ambigua. El skater es muy urbano y el surfista es más de la naturaleza, de la playa, lo que suele ocurrir que muchas veces estos dos hombres se encuentran y cuando eso sucede es muy bonito. En mi caso, por ejemplo, me gusta coger la tabla de skate y deslizarme en los bowls para simular el surf yo soy surfista más que skater. Existe un dicho muy famoso que dice, “Skateboard come from the ocean” y así es como nació el skate en California cuando un grupo de surfistas nostálgicos quiso simular los movimientos del surf en la ciudad. Finalmente el mar es el origen de todo…

Si hablamos de Nasty Mondays. Es una fiesta que imaginamos con Max, mi socio, y nació un poco por casualidad, en el 2005, en Escudellers, una de las calles del Raval más sinvergüenzas de la ciudad, en aquel momento, con fama de peligrosa y era nos prestaban un local los lunes, el único día que los dueños cerraban. Cuando obtuvimos el apoyo de la marca Vans, nos organizamos para movilizar a toda nuestra comunidad y montamos las primeras fiestas con todos nuestros amigos skaters y surfistas. Por aquel entonces existía un exceso de música electrónica, de r&b y de hip hop y no teníamos ningún local donde poder escuchar música rock o al menos aquel mensaje. Por aquel entonces nos ponía el glam rock, el heavy metal, el hard rock pero cuando la fiesta comenzó a crecer y a tener más y diferente público evolucionamos hacia otros estilos musicales. La fiesta tiene una fórmula muy atractiva la de poder pegarte una fiesta un lunes, con 1500/2000 personas, en la sala Apolo, la más mítica y bonita de Barcelona, el paso a esta sala, marcó un antes y un después en la vida del Nasty Mondays, como la residencia mensual que tenemos en New York donde tuvimos que adaptar el concepto porque tenemos otro tipo de público.

Cómo se vincula Nasty Mondays con Barcelona. La vinculación es total, es de donde somos y donde nació la fiesta, donde nos gusta pinchar y donde mejor transmitimos nuestra propuesta y concepto de cómo pasarlo bien. En Barcelona tenemos una gran comunidad que nos apoya, estamos convencidos que dimos con el producto, en el lugar correcto, en el momento justo y con la gente perfecta y nunca  nos olvidaremos de las suecas… Cuando comenzamos existía un auge total del turismo escandinavo en Barcelona, ahora mermó un poco, los que desembarcan tipo vikingos son los americanos pero es verdad que la fórmula: rock, skate, surf,  tatttoo y suecas que venías por su cuota de besos rockeros nos hizo fuertes además proyectamos cierta identidad de la ciudad que a la gente le gusta experimentar.