Francisco de Pájaro
OBRERO DEL ARTE
       Francisco de Pájaro es el mentor de “El Arte es basura”, pintor autodidacta que se autodefine como obrero del arte. Vivencias personales, de los últimos años, provocadas por los movimientos sociales y la, a veces, impenetrabilidad del mundo del arte, alimentaron reflexiones que, transformaron y revolucionaron su propia concepción artística y, con la de él, la de muchos de sus seguidores y admiradores. Así, hace poco más de tres años, Pájaro (como lo llaman sus amigos) decidió dejar el taller y tomar la calle.
Texto St Xavier Octavius
Photo Pau Tebar
"…Barcelona es como cuando te encuentras una billetera en el suelo, te sube la adrenalina pero, cuando ves el contenido, está lleno de billetes falsos…"

L'Eixample Dreta 
"…Cuando uno puede llegar a ver algo bonito en algo feo, eso es hermoso, y no todos podemos verlo.…"

    Desde entonces, sus pinturas, esculturas e instalaciones efímeras hechas con basura, no nos dejan de sorprender. Además de inundar y decorar las calles de Barcelona, sobre todo, invitan a una intensa reflexión y generan profundas catarsis emocionales, producto de una visión sensible, inteligente, valiente, creativa y crítica que, tampoco nos deja indiferente.  Buscar, transformar, embellecer y hacer arte de lo desechable, convirtió a Pájaro, en artista callejero icónico de la ciudad. THESOULREPORT lo acompañó de “safari basurero”, por las calles del Eixample barcelonés. Dos horas de ruta y tres instalaciones, nos han permitido descubrir el proceso de creación y las ideas de un artista inusual, que sin proponérselo, ha creado escuela y ya, es de culto.

¿Cómo y cuando un pintor autodidacta decide dejar el taller para tomar la calle? Cuando decidí mandar a tomar por culo, a toda la patraña del mundo del arte y sus formas. Cuando me quité la venda de los ojos y decidí mirar mi realidad. Cuando me di cuenta que es absurdo pintar cuadros que nadie comprará y mucho menos, tener lugares donde mostrarlos. Mi concepción del arte ha estado infectada por las reglas de juego de unos pocos buitres del mercado del arte. Caí en la trampa que si no exponía mis obras en una buena galería, no sería nadie. Me jodía exponer en un bar como alternativa, me sentía mediocre. “El arte es basura” ha sido mi propia r-evolución, no solo en el arte, sino también, en la manera de plantear mi manera de vivir.

¿El cambio económico social te obligó a transformar tu manera de trabajar o ha sido una decisión independiente? Mi obra en la calle es el resultado de las carencias económicas y de la riqueza de querer expresarme sin complejos.

¿El arte es basura o la basura puede convertirse en arte? Decir que el arte es basura, es una provocación, la misma provocación a la que es sometida una familia desahuciada, todos los días en mi país, por los energúmenos que nos gobiernan. Lo que hago es escupir contra las cosas que me afectan, que me duelen. Por otro lado, siendo claro a tu pregunta, estoy haciendo arte en la basura como definición. Pero esta definición es muy personal. Para algunos es arte y para otros es basura. Yo hago y digo lo que me apetece, porque es mi dedicación y mi esfuerzo personal. Soy yo quien lo hace. Es mi prueba de libertad para decir las cosas

En la decisión de salir, a la calle, a hacer instalaciones efímeras con basura, ¿cuáles han sido tus objetivos fundamentales? Mi primer objetivo fueron las galerías cavernícolas de Consell de Cent con sus artistas disecados. Colocaba en la puerta de sus escaparates un mueble que me encontraba a dos kilómetros de allí. Me flagelaba en el esfuerzo y en la dureza que suponía cargar con algo tan pesado en bicicleta. Me parecía muy provocador. Me interesaban las zonas donde se movían los pijos e intento pijos de Barcelona, para mostrarles cosas asquerosas como culos peludos y pinturas muy mal hechas, intencionadas. Hasta que decidí, por cuestión física, bajar hacia la parte baja de la ciudad. Dejaba cosas por los alrededores del Ajuntament e instituciones públicas. Estos han sido siempre mis objetivos más fuertes, lo que hago ahora solo es EGO.

¿Cuál es la parte con la que más disfrutas de trabajar así y por qué? Con lo que más disfruto es con el atrevimiento de no saber que hacer. Con la improvisación. Es el carácter fundamental de mi acción y es así como entiendo el arte. Es lo más próximo a lo primitivo. Crear a partir de los recuerdos y hacerlo en unos minutos sin tener miedo a equivocarte. Porque es el reto a descifrar el misterio que conlleva algo tan simple como la vida. La creación.

¿Eres consciente que has generado escuela, una especie de revolución con tu manera de hacer arte y que tienes, cada vez, más seguidores y admiradores? Soy consciente de que llama la atención hacerlo en la calle, en la basura y abandonarlo todo. Algo que muy pocos son capaces de hacer porque están infectados del egoísmo que genera una gran parte de nuestra sociedad. De la enfermedad de poseer cosas que no necesitamos. De la ansiedad de tener dinero porque piensan que así serán tapadas sus frustraciones. “Desea nada y lo tendrás todo”. Mi vida está dentro de esta frase de Marco Aurelio.



Según tu experiencia, ¿ cuál es la parte, de tu obra, con la que más disfruta el público y por qué? No puedo saberlo, supongo que muchos se identifican con mis mensajes y puede que haya otros, a los  que les parezca GUAY toparse con una instalación y fotografiarla para saciar sus gustos íntimos. No tengo ni puta idea. Lo que sí sé, es que mi intención principal es no gustar. Ir en contra de lo pre-establecido, de la gente que disfruta juzgando sin tener conocimiento de las cosas. Yo también juzgo y no me gusto pero, como pertenezco a la misma especie la sé detectar. En su mayoría, mi intención es hacerlo mal para provocar a esa jauría humana. Estoy por hacerlo peor, igual que la mayoría de la gente hace en su propia vida. La finalidad es provocar lo contrario y encontrar la belleza dentro del ser humano. Cuando uno puede llegar a ver algo bonito en algo feo, eso es hermoso, y no todos podemos verlo.

¿Puede ocurrir que algún día que salgas a buscar basura y no la encuentres? ¿Qué ocurre, cómo lo vives? En la calle he aprendido muchas cosas que desconocía. Saber mirar la basura, observar la degradación humana, no sólo en los pobres. Quitarme el miedo a crear. La calle es mi coto de caza de basura, hay que saber cuando, a qué hora y donde encontrarla. Ya no hago viajes absurdos donde sé que no hay nada que valga la pena hacer que ya no haya hecho.

Supongo que la basura cambia según el barrio y la época, esto, ¿altera la creación?Para crear solo hay que querer. Basura siempre hay en todos lados. Ya se puede poner el servicio de limpieza como quiera. Si no hay, ya me pintaré a mi mismo, qué mejor basura que yo.

¿Proyectos que tengas en mente? Seguir pintando aunque, tengo uno que me viene en estos momentos. Reciclar la mierda de la ciudadanía con riguroso esmero y delicadeza, colocarlo en un depósito de relojería y hacerlo estallar en el Congreso de los Diputados. Con la finalidad de poder contar a tus nietos que, juntos, podemos cagarnos contra los más sucios de nuestra especie.