Considera que haber nacido en un pequeño pueblo de La Pampa, donde sólo hay llanura, horizonte y cielo, ha sido el consecuente propulsor de una gran imaginación. La intensa búsqueda de esa imaginación, para escapar de la monotonía y el aburrimiento, le disparó, a su vez, un fuerte sentido artístico visual que le ayudó a crear atmósferas de ensueño que colaboraron a que su vida tuviera otro color y otro ritmo al que le tocaban por definición. Dos acciones callejeras que llamarón nuestra atención. La primera combinó pintura y poesía en el metro de Barcelona, la segunda, dirigida a alterar el status quo del submundo galerista, consistió en intervenir (ayudado por amigos), con obra propia, en papel de embalar pintado al óleo, los muros blancos de un local desafectado, de la calle Consell de Cent, vecino justamente, del área de las galerías de arte, para después, vestido de cartero, entregar en mano, a cada una de esas galerías, una invitación para que asistieran a lo que sería su inauguración. Ambas acciones llevadas a cabo por un espíritu inquieto, en una ciudad inquieta, ha tenido repercusión en varios medios y han sabido provocar reacciones muy interesantes. “… Si hubiera estado en Londres, tal vez, no se me hubiera ocurrido hacer algo así…”

“…He tenido un intenso idilio con Barcelona, aunque la he humanizado, continúo enamorado pero el ámbito estático, de las galerías, que me toca de cerca, e incluso a veces me ha perjudicado, me ha llevado a la acción deseando provocar una reacción…”

¿De que reflexión has partido para desarrollar este tipo de acciones? De la necesidad de acompañar a la pintura de una acción que la ayude a trascender. Reflexionar para evolucionar sobre el valor estático del acto pictórico otorgándole movimiento. Mantener el “espíritu vivo” del arte callejero y más underground de la ciudad.

¿Qué intentas  provocar con tus acciones? Intento mejorar el ánimo de la gente y la atmósfera, en general, de una ciudad, que considero bella pero que encuentro demasiado estructurada y compartimentada. A través de una obra que considero “viva” y una forma de arte “directa”, entrar en diálogo con el público. Así, a diferencia de en una galería, la gente le pierde el respeto a la piezas y puede interactuar con el artista y su obra de una manera más enriquecedora y sin límites.

¿Consideras que los artistas barceloneses son de generar o de adoptar tendencias? Barcelona es una “ciudad faro”, en muchos aspectos, pero aunque suene contradictorio, considero que en líneas generales, es más de adoptar tendencias, hay mucho reciclaje. Suele ser más permeable a la reinterpretación que a la creación.

¿Recuerdas alguna anécdota vincula a tu profesión? Sí, unos días después de realizar la acción, aprendí que el local desafectado que intervine con mi obra supo albergar al movimiento pictórico catalán “Dau al set” (Antoni Tápies, Joan Pons, entre otros…) con el que curiosamente guardo mucha relación y conecto con su forma de ver y vivir la pintura.